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caligrafía [1]. introducción

La caligrafía ha provocado muchas muertes.

No se le dedica a la escritura la atención y exigencia que debiera tener. Mira los escritos de finales del siglo XVIII y principios de XIX: una elegante caligrafía con personalidad. La letra rebelde del niño pequeño ha de ser, como su espíritu, domada y, cuaderno tras cuaderno Rubio, se consigue una caligrafía estándar aceptable, esa bonita letra redonda española. Con el tiempo la forma de escribir se personaliza, se vicia y en muchos casos llega a tal estado de abandono que personas con alta formación académica, como los médicos, llegan a poner en serio peligro ya no solo el buen hacer de la escritura, sino la vida de sus propios pacientes cuando esas recetas ilegibles llegan a manos de farmacéuticos con poca imaginación, quienes a su vez recetan medicamentos equivocados. Tras esto, la muerte de inocentes.

El arte de la escritura.

Es la escritura un acto racional y un arte. A través de los trazos se puede llegar a conocer la forma de ser de las personas. La ciencia que nos habla de la personalidad a través de la caligrafía es la grafología.  Hace años dediqué muchas horas al cultivo de esta paraciencia y te llegaría a sorprender lo que un texto dice de quien lo ha escrito, y no sólo por la idea que transporta la misma escritura en sí, sino los detalles de inclinación y forma de las letras, altura de los palos, distancia entre las lineas, acentuaciones,...

La escritura es un arte, si. Al igual que la pintura o el dibujo artístico, el hombre dirige su mano para expresarse, con un movimiento controlado y definido, con un propósito. Y al igual que la pintura o el dibujo requiere de instrumentos específicos, he llegado a comprender que la escritura necesita de instrumentos propios.

Muerte al bolígrafo de bola.

Cuánto daño ha provocado Bic con sus malditos bolígrafos de bola, el bic naranja que escribe fino, y el bic cristal que escribe normal. No tienes más que ver la forma en que la mano de un mal calígrafo sujeta el boli para darte cuenta que ese gesto constreñido, ese gurruño que forma el puño sobre el palo del bolígrafo, no puede más que producir una escritura horrible. Hoy en día los modernos bolígrafos de gel han avanzado mucho en la elegancia del trazo, la calidad de las lineas y la limpieza final del texto, pero el daño ya está hecho.

La pluma estilográfica.

Yo aún conocí en la escuela aquellos pupitres que tenían un hueco en la madera para sostener el tintero, aunque no los usé. Pero a edad temprana para lo habitual (unos 12 años) tomé la decisión de usar plumas para escribir, no la antigua pluma con la que había que mojar el plumín en el tintero para escribir, sino la moderna pluma estilógráfica. Y pasaron por mi mano muchos modelos, Parker, Rotring y otras imitaciones hasta llegar a la mejor pluma estilográfica que he conocido: la Montblanc Slim, con plumín bañado en oro. Una joya única.

Pero no es necesario invertir mucho dinero en una estilográfica de alta calidad para iniciarse en el arte de la escritura elegante. Así, encontrarás plumas ridículamente económicas en el mercado chino, que te llegan al buzón de tu casa en quince días, como las siguientes: dos imitaciones de Parker en las que el plumín ha sido manipulado para convertirlo en un plumín paralelo para caligrafía gótica.

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